viernes, febrero 13, 2004

Mario

Mi único hermano, Mario, es poseedor de un sentido del humor extraordinario; tuvimos la fortuna de formar un lazo de amistad desde pequeños porque mi Santa Madre no nos dejaba jugar mucho con los vecinos, así que compartimos toda clase de aventuras, yo, jugando carreritas y "estacionamiento" con su colección de hot wheels y él probando todo tipo de atrocidades cuando le preparaba "la comidita"; ya más grandes, mis barbies y sus aventureros se iban de expedición o cacería a cualquier parte exótica del mundo(todo en clasificación A). Otra de nuestras diversiones, las luchitas, fueron divertidas mientras le podía imponer mi superioridad física, conforme fuimos creciendo, dejó de ser tan divertido para mi y su revancha no se hacía esperar.

Pero fue ya en la adolescencia cuando comenzó a hacer gala de sus encantos, a acuñar sus frases célebres (algunas son de él, otras adoptadas, otras más adaptadas), y sus reflexiones sobre cualquier tema (por tonto que parezca); por supuesto, siendo su hermana, gozo el honor de ser uno de sus temas favoritos para bromas o maldades; tuvo su etapa metalera, y como era de esperarse decidió que quería aprender a tocar la guitarra, así que decidía llevarme "serenata" por las mañanas para despertarme, entonando cualquier "arreglo" de su inspiración, como De que manera te olvido o la Penca de maguey ¡en inglés! o Every breath you take o cualquier otra, sí, en español y por supuesto con cualquier tipo de acorde, sobra decir que sonaba peor que las canciones en las películas dobladas.

¿Sus frases célebres? Se las iré dosificando, ya subí una : "una mujer nunca..." y aquí por el momento les dejó otra:

El yucateco prefiere perder la vida a perder la preferencia...

(continuará...)

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