por si no te vuelvo a ver...

Encuentro mi blog bastante abandonado, no es que no tenga nada que decir, ¿o sí?
Tengo inconclusos algunos pensamientos, la muerte me ha rondado esta semana, bueno, no personalmente sino a gente cercana a mi y eso me ha llevado a mis propias reflexiones sobre mi muerte, sobre la de los demás.

Los velorios
Los entierros
La transición
El renacimiento

Cuando muera no quiero ser velada, me parece una práctica barbárica. No quiero ser enterrada, no en la forma tradicional judeo-cristiana, quiero ser enterrada "en el cielo" a la vieja usanza tibetana, donde siento que se resume el ciclo de la vida, no de la muerte. Si muero lejos de suelo tibetano, entonces quiero ser incinerada, alguien deberá llevar mis cenizas y arrojarlas en el Drolma La en Kailas; para ello he dispuesto un seguro de vida en dólares, así habrá suficiente para cumplir el cometido y sobrará un poco para que luego se den una vueltecita por ahí.

La muerte no debería ser motivo de tristeza, es una oportunidad para ascender...pero pensar en no ver a esa persona, escuchar su voz, su risa, mirarte en sus ojos...

por si no te vuelvo a ver: ¡te quiero!