miércoles, febrero 11, 2004

Filosofía del tocador (II)

No tengo peor pesadilla que llegar al gimnasio y descubrir que he olvidado ¡la toalla!, secarme no es el problema, pues incluyo entre mis afortunadas pertenencias una toalla deportiva-de esas mojaditas que puedes tener en una bolsa per secula seculorum- que permanece en mi locker junto con el resto de mi equipo (tapones, gorra, goggles, paletas...soy todo un espéctaculo); el verdadero problema estriba en los malabares que debo hacer para introducir en el estrecho cubículo de regadera mi ropa interior, bañarme, sin mojarla, secarme lo suficiente para poder ponérmela (odio vestirme en la regadera, en mi casa jamás me visto en el baño), todo por guardar la debida compostura, ya que debo observar la siguiente regla:

" AVISO
Por respeto a las demás personas
se prohibe desnudarse por completo
en los vestidores
"

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