Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas
las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.
Walt Whitman
Versión de: Leandro Wolfson
Esa caminata silenciosa sería igual de mística y maravillosa con cualquiera de ustedes, Mario, Pável, Gerry, Enrique, Jorge, Laura, Irma, Sam, Xavi, Leíta, Magda, Ileana, Félix, Rick, Gorki...
martes, marzo 02, 2004
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