La última tentación

Ayer finalmente tuve la oportunidad de ver La Última Tentación de Cristo, para no ser repetitiva obviaré las quejas inherentes a la comparación entre ésta y el bodrio que nos presentó Mel Gibson hace unos meses; haré sólo el comentario que hasta mi madre, católica activa, regnum christi y coordinadora de una unidad Anspac, opinó que no sólo es una excelente película sino que su punto de vista sobre el Nazareno, además del mensaje y reflexiones a la que puede llevarnos superan en mucho a la mencionada grotesca comercialización del sufrimiento de dicho iluminado.

Además, me da gusto que Kazantzakis, reivindique a Judas Iscariote, al que considero uno de los personajes más mal interpretados de la Historia.

La semana pasada leí El Código Da Vinci, si tienes tiempo de sobra o te gusta leer algo light al mismo tiempo que algún tratado filosófico o intelectual, te recomiendo este best seller, que como tal, cumple con proporcionar entretenimiento y alguna que otra revelación de una hipótesis interesante sobre el Santo Grial y la encomienda de los Señores del Temple respecto a éste; si además tienes tiempo para perder en la red, existe un jueguito en internet en la página oficial del libro, ¡lo siento, el premio ya fue otorgado! si te sirve de consuelo, yo llegué tarde también :(

Tiene otro mérito este libro, sentí unas inmensas ganas de leer a Eco, así que corrí a la librería de Conaculta y compré Baudolino, su más reciente novela (en español), también encontré y bajé de la red El Péndulo de Foucault y encontré un juego de mesa alusivo a El Nombre de la Rosa. Baudolino tendrá que esperar puesto que se me atravesó el cumpleaños de una tía y se lo regalé, está fascinada, pues resulta que es quizá su novela con tinte más cómico.

Pues bien, para quienes aún gozan de las delicias de ser estudiante y están por comenzar sus vacaciones veraniegas, disfrútenlas!!!